La ceremonia de Dedicación fue completa y emotiva y se llevó a cabo en varias partes:
En primer lugar y tras la presentación y bienvenida por parte del párroco, D. Jesús Mercado, tuvo lugar la entrega simbólica de la Iglesia por parte del arquitecto, Alfredo Leceta, al obispo, entregando los planos del edificio.
A continuación el padre Oscar Gugón, el único artista español del centro Aleti, habló en representación de todos los artistas que han trabajado en la obra del mosaico que cubre nuestro altar e hizo entrega al Obispo de la lámpara del Santísimo.
El padre Oscar se refirió a los millones de piedras de distintas formas y colores que forman este mosaico, igual que la Iglesia Cristo.
Acto seguido se celebró el rito de aspersión que recuerda al Bautismo y simboliza la purificación.
Después se realizó el rito de la unción del altar con óleo consagrado, también por parte del Obispo, quien derramó el aceite por las cuatro esquinas del altar y lo distribuyó después por toda la mesa, con sus manos.
Después el rito de la Incensación y Una vez terminado se realizó la iluminación del templo y acto seguido la Eucaristía, presidida por nuestro obispo.
En la homilía D.Atilano insistíó en la necesidad de "dar muchas gracias a Dios", por la construcción del edificio material, porque en medio de las dificultades, se ha podido ir llenando esta Iglesia donde se hace patente el amor de Dios, sobre todo a través de este mosaico precioso".
También quiso agradecer "a todos los que de un modo u otro han puesto su granito de arena para hacer realidad esta maravilla de templo, que es la casa de Dios y de sus hijos", afirmó.
"Lo más importante de este templo sois vosotros, dijo a los fieles, que formáis pare de una comunidad de miembros vivos, que estáis colaborando cada día para hacer un templo vivo y ayudar a que esta Iglesia cumpla diariamente la misión que Dios le encomendó",
Para terminar D.Atilano recordó dos aspectos básicos y fundamentales de nuestra vida cristiana: La esperanza y la alegría, "que vienen de Dios y que nos ayudará a mirar al futuro con la perspectiva de una nueva vida, porque no podemos vivir sin fe y sin esperar la construcción de un mundo y una sociedad mejores."
Al finalizar la ceremonia pudimos compartir un vino español y unas pastas con todos los asistentes.
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